No soy más que un aprendiz insaciable en la ambición de alimentar con información mi depósito de saberes. Un arquitecto meticuloso de establecer una perspectiva clara de sus ideales. Un insistente espectador crítico de la sociedad que habita, convirtiéndose en un cronista eufórico de la mutabilidad. Mi nombre es Julio César Sierra Gómez, un 'revolucionante' con la convicción intacta de secundar paz en un país en donde todavía hay esperanzas.

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Un feligrés perseverante del poder que atesora la palabra, contiene un convencimiento del papel de la jurisdicción de la comunicación en la sociedad, lo cual se convierte imprescindible para discernir sobre sus apreciaciones. Un obstinado e intransigente de lo belicoso, su tolerancia frente a ello es exigua. Un fervoroso de ideales que imagina un mundo utópico, porque sabe que nunca cesará la acometividad como disciplina de debatir las ideas.

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Su posición recalcitrante con base a la exposición de opiniones justificadas en críticas argumentadas, donde pueda reflejarse el respeto por el otro y la flexibilidad de prestarle atención a sus pensamientos, se convierte en su constante búsqueda: una sociedad más incluyente, donde todos podemos caber.

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Nacido en Medellín, en la época equivocada. Un devoto afectuoso de la música americana, indagador de la historia de su país y de las causas coherentes de las actitudes de su sociedad. Le gusta leer, pero no se considera un lector. Persona que disfruta de una manera más amena los eventos culturales en aislamiento de los demás. Apasionado por la política y la cultura. Un fotógrafo frustado que no le gusta que le tomen fotos.

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